El proyecto se desarrolla en un terreno de 10,500 m² en Nuevo Laredo, Tamaulipas. Surge para atender la creciente demanda de transporte terrestre, impulsado por la expansión de Ómnibus de México.

El diseño optimiza el uso del terreno, con andenes en la parte posterior, estacionamiento en la losa superior y áreas comunes distribuidas en dos secciones. La Nueva Central de Autobuses de Nuevo Laredo incluye andenes, salas de espera, locales comerciales, sanitarios y oficinas. Su construcción emplea materiales regionales de bajo mantenimiento y una estructura clara y funcional, convirtiéndola en un ícono de la modernización del centro urbano.